Se dice tiempo de exposición…

¡Hola a todos!

Desde la última vez se nos ha echado el verano encima, espero que vayáis a tener una vacaciones estupendas, y si viajáis y hacéis fotos, esto que os cuento, os puede interesar.

La empresa alemana Saal Digital, uno de los líderes del sector de los laboratorios digitales online, lanzó hace unas semanas una campaña de testeo de productos, y afortunado yo, fui seleccionado para la misma.

La idea consistía en probar uno de sus soportes rígidos, véase, el clásico dibond, metacrilatos, PVC, etc, para hablar luego en canales como este mismo, de sus resultados e impresiones (nunca mejor dicho).

De entre todas las opciones, algunas de las cuales yo ya había trabajado en el pasado en varios laboratorios, hubo una que tenía ganas de probar, el dibond «Butlerfinish«. Para el que no sea muy angloparlante, eso viene a significar literalmente «acabado de mayordomo«, y el nombre le va bastante bien, ya que se trata de un aluminio con efecto cepillado, es decir con una trama horizontal que le da cierto aspecto de metal nuevo.

Como el dibond tradicional, a esta plancha le sigue una capa de polímero isotérmico de unos 3mm y otra plancha de aluminio, haciendo una suerte de sándwich. Este montaje hace no sólo que la foto esté directamente impresa sobre el material rígido, sino que además está protegida, gracias al polímero -diría que algún epoxídico-, de los cambios de temperatura, corrosión, etc.

Hay varias opciones de montaje, colgadores estándar, unos tacos atornillables que separan la foto ligeramente de la pared y quedan a la vista, y por la que yo opté, un bastidor de aluminio en la parte posterior que te permite corregir el centrado sobre algún elemento del sitio donde lo cuelgues, y que separa también la foto 1 cm aproximadamente de la pared.

La elección de la foto para este acabado sí puede llevar un pequeño quebradero, ya que los blancos puros, son del color del aluminio de fondo, dando un aspecto metálico alucinante. Por ello, las mejores elecciones, para mí, serían, o fotos en blanco y negro que potencien ese aspecto metálico, o fotos en color, con mucho color, pero sin casi blancos puros, para que los colores adquieran cierto aspecto metalizado sin grandes lagunas de color aluminio.

Yo elegí esta imagen de un pueblo en la costa occidental de Francia, Blaye, de 2010, que a día de hoy sigue siendo una de mis fotografías fetiche. La copia tiene 30×45 y con bastidor para colgar incluido son apenas unos 40€, muy, pero muy por debajo de mucho laboratorios físicos en España.

Las tintas son realmente profundas y con cierto acabado perlado, que recuerda a las pigmentadas UVI. Y es algo desconcertante tener un soporte rígido y frío como es el aluminio, pero que transmita la suavidad de la impresión en algodón.

Como siempre, Saal tiene en su web los perfiles ICC para todos sus acabados, y es fácil y rápido previsualizar en el monitor cómo va a quedar la copia, adelantándote a posibles empastes y zonas quemadas. Tanto su programa propio como el gestor web son opciones muy sencillas para realizar el pedido y en unos cinco días tienes tu fotografía en casa por mensajería privada.

En resumen, y como conclusión, las fotografías en soportes rígidos siempre suelen tener un punto extra de ‘nobleza‘, y realzan mucho cualquier imagen. El acabado Butlerfinish en concreto, yo diría que vale para cualquier foto, pero si uno es inteligente al seleccionar, sin duda es uno de los mejores soportes que puede elegir. Y si además quiere hacerlo de manera cómoda desde su casa en pijama –o sin él-, Saal Digital sigue siendo la mejor opción, la más rápida, y la más económica con una calidad muy superior.

¡Nos vemos pronto!