Manda co… Drones


Hoy en día hemos normalizado miles de cosas, y nadie se sorprende si en un mundo en el que en un mismo dispositivo tenemos un potente ordenador, una cámara de fotos, una de vídeo, un teléfono y un sinfín de juegos y entretenimiento, aparece un vehículo volador que controlamos a nuestro antojo. Si fuiste un niño en los ochenta y alucinabas con ‘Regreso al futuro’, tus expectativas habrán sido satisfechas. Sí, es cierto, aun no tenemos el patinete volador de Michael J Fox, pero piénsalo, el futuro en el que vivimos, no está nada mal.

Y es que si de pequeño te hubieran hablado del fenómeno de los drones, no te lo habrías creído. Pero los drones, ¿Son juguetes? ¿Son vehículos? ¿Son herramientas? ¿Son peligrosos?

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Como siempre que aparece algo realmente novedoso, pero con una aplicación potencialmente peligrosa, las leyes no están aún preparadas para cubrirlo, y de primeras son bastante restrictivas. Ten en cuenta que pueden saltar alarmas cuando piensas que si un dron es capaz de levantar 5 ó 10 kilos de una cámara, puede levantar también ese peso de explosivos. Pero lamentablemente, la gente que quiera atentar contra otras personas, siempre encontrará la manera de hacerlo, con o sin drones, así que no culpes al mensajero.

Pese a cierta histeria colectiva inicial, su uso cada vez se populariza más para los medios audiovisuales. Estarás incluso ya habituado a ver películas, documentales, o videoclips, que mediante el uso de drones, consiguen planos que antes se hacían con helicóptero, o paneos de ciudades desde gran altura, o imposibles tomas cenitales con una estabilidad casi irreal.

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Piénsalo, antes, determinadas secuencias podían suponer un coste increíble, y ahora todo eso está al alcance de nuestras manos.

Además, su uso tiene, si cabe, un componente lúdico mayor al de otras herramientas, ya que no deja de ser un vehículo teledirigido, y ya sea mediante un mando profesional como el de los Phantom, o a través del mismo Smartphone, controlarlo y hacerlo volar ya es divertido en sí.

Algunos modelos pueden ser pilotados con la combinación de las dos anteriores, es decir, mando y Smartphone a modo de pantalla. Resulta que es mucho más intuitivo controlar el dron con un mando, si vemos lo que él está viendo por su cámara, ya que estamos más acostumbrados por los videojuegos, por ejemplo, y así no tenemos que dejarnos el cuello mirando hacia arriba sin pestañear para no perder de vista nuestro dron, o podemos llegar a pilotar por sitios a los que no tenemos acceso normalmente, como acantilados, desfiladeros, etc.

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En cuanto a la calidad de vídeo, es como todo, y tenemos gamas y gamas. Para empezar, puede ser que ni siquiera tenga cámara, y sea un mero juguete volador a control remoto, con el que aprender a hacer trucos, y simplemente disfrutar de hacerlo volar. Si incluye una cámara las leyes se vuelven un poco más restrictivas en cuanto a las zonas por las que puedes hacerlo volar, y se supone que no puedes hacerlo dentro de ciudades, aunque la legislación avanza a diario. A partir de aquí, encontraremos cámaras como mínimo de 720p, es decir, el HD más básico, que nos limitaría a la hora de grabar algo un poco profesional. El rango profesional aumenta, y en los siguientes tramos encontraremos drones que incorporan cabezas calientes para la estabilización de cámaras en Full HD (1080p) o incluso que no incorporan cámara, sino que te dejan usar la tuya.

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En general la mejor opción para instalar una cámara propia en lugar de usar un dron con una videocámara nativa, es usar una GoPro o similar, ya que gracias a su conexión por WiFi podremos ver en todo momento desde un Smartphone o Tablet, lo que está viendo nuestro dron, además son cámaras ligeras, muy angulares y con calidad hasta 4K, incluyendo opciones de cámaras lentas, time lapses y un largo etcétera.

Fuera del mundo audiovisual, su implementación para el reparto de paquetería, comida, e incluso salvamento, se está llevando a la práctica ya hoy, así que, ¿Quién sigue queriendo ese patinete volador?

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Bueno, yo. Yo lo quiero.

En el futuro más inmediato hará falta una pequeña licencia –ya se está utilizando para su uso profesional- para el pilotaje de drones, así que si el día de mañana quieres ser la persona que opera el dron en una película o en un documental, empieza a practicar cuanto antes, eso sí, cuidado con los drones de comida a domicilio, ¡A ver si dejas a alguien sin comer!


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