Hoy en día los equipos fotográficos siguen siendo herramientas bastante caras, sobre todo teniendo como referencia lo que costaban hace 20 años. Las cámaras y los objetivos se han encarecido porque cada vez incorporan nuevos avances, procesadores, sensores… Uno de los más populares que casi todas las marcas incorporan, ya sea en el cuerpo, ya sea en el objetivo (o en ambas como el caso de Sony), es la del estabilizador de imagen.
Todo esto referido a fotografía, claro, en el vídeo, si es interesante usar un estabilizador a base de contrapesos para que el vídeo sea lo más fluido posible.
¿Te has preguntado alguna vez cómo funciona? ¿Crees que se trata de software? En realidad es pura mecánica, ya que a través de giróscopos, una lente extra se encarga de corregir las vibraciones y movimientos producidos por nuestro cuerpo, para en el momento del disparo, estar justo en el lugar que debería para evitar una foto movida, eso que así en pijo nos gusta llamar trepidación.
En el siguiente vídeo podéis haceros a la idea de su funcionamiento:
Sin embargo, esto tiene alguna desventaja, como es el hecho de que encarece el objetivo, y mete dentro de su construcción una lente extra cuyo único aporte es salvar un par de pasos a la hora de disparar, pero hace que las imágenes tengan menos contraste y nitidez, y algo de distorsión extra en las esquinas. Como es un elemento físico interno, aunque lo apaguemos, seguirá estando dentro, aunque no se mueva.
La cosa es que si tú consigues hacer una foto a pulso hasta por ejemplo, 1/30 de segundo, el estabilizador te ayudará un par de pasos, no más. Es decir, podrás hacer una foto a pulso con estabilizador activado a 1/8 de segundo.
¿Realmente merece la pena pagar una buena cantidad extra por este elemento? Muchos profesionales de la fotografía optan por ópticas sin estabilización, más aún cuando las cámaras cada vez producen menos ruido, con lo cual resulta mejor opción aumentar el ISO y poder conseguir tiempos cortos de exposición.
De todas formas, esto que ahora es tecnología de giróscopos y electroimanes, antes era un famoso truco en el mundillo fotográfico. Atiende, porque ahora que están de moda los tutoriales, challenges y demás para pasar el confinamiento entretenido, te vamos a enseñar a fabricarte un estabilizador de imagen, completamente gratis.
Lo único que necesitamos es un trozo de cuerda largo, de al menos 180cm, dependiendo de tu altura, ahora lo entenderás. También necesitaremos un tornillo con el mismo paso que el del trípode de tu cámara, que es ¼’’, te valdrá, por ejemplo, la misma zapata del trípode.
También te pueden servir los tornillos que van a la zapata de la cámara para incorporar monitores y accesorios, ya que llevan dos discos que pueden sujetar la cuerda, siempre que el paso sea, de nuevo, ¼’’.
Y son sólo dos sencillos pasos, en primer lugar, atamos la cuerda al tornillo de la zapata, y ésta a la parte inferior de la cámara, de tal forma que quede bien sujeta.
Y en segundo lugar a la hora de disparar, pisamos firmemente la cuerda, y hacemos fuerza hacia arriba con la cámara mientras disparamos, teniendo la cuerda en tensión. Con ello ganaremos dos e incluso tres pasos de diferencia sobre nuestro límite de ‘foto a pulso’.
Más de una vez, ha venido bien para ese día de viento en la playa, o una foto que haces sin trípode pero con un enorme teleobjetivo.
Al menos así se nos irá pasando el tiempo hasta que podamos salir a la calle… ¿Qué haremos luego con tantas manualidades?
Se dice tiempo de exposición... 