Objetivos catadióptricos


A todos nos ha ocurrido en algún momento, que nos hemos quedado ‘cortos’ con nuestro teleobjetivo. Incluso un 300mm a veces no es suficiente para poder acercarnos a ese pájaro que queremos capturar, o en esa competición en la que nos ha tocado demasiado atrás.

Los teleobjetivos de largo alcance, pese a tener menos elementos ópticos son muy caros, por eso, y para el que no los conozca, -en otros artículos sobre telescopios os dejábamos caer el concepto-, os hablamos más en detalle de un tipo de objetivos no son tan usuales como los que podemos ver a diario, los catadióptricos.

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Estos objetivos no tienen lentes en su interior –a excepción de una correctora en la parte posterior-, por el contrario, tienen varios espejos cóncavos, a través de los cuales la luz va ‘rebotando’ hasta conformar la distancia focal concreta.

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Sólo tenemos un diafragma de trabajo, no es variable, ya que no hay palas físicas que abran y cierren, y la apertura es determinada por la ley básica del número de veces que ésta cabe dentro de la distancia focal. En el caso de los catadióptricos, la más luminosa suele ser un f5’6.

Al no poder cerrar más la apertura, tendremos poca profundidad de campo, cosa que no tiene por qué ser mala, de hecho es lo que se supone que se busca con objetivos muy luminosos. Sin embargo, la peor baza que nos ofrecen estos objetivos, es su desenfoque, ya que al tener un vástago central en el medio, en lugar de los preciosos círculos que nos daría una lente refractora, tendremos una especie de ‘donuts’ de luz más bien feotes.

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En cuanto a su enfoque, aunque es preciso, no lo notaremos nunca tan nítido como un objetivo de lentes, y al ser espejos suelen hacer algo de aberración cromática, pero ojo, la calidad es superior a la de un teleobjetivo de gama baja en este punto. Además es muy raro encontrar un catadióptrico autofoco, ya que motorizar un enfoque a través de espejos es casi imposible, ya que éste funciona con señales infrarrojas que se ‘despistan’ entre los espejos. Para los que estéis acostumbrados al enfoque manual, esto no será ningún inconveniente, ya que además, el enfoque es siempre suave y preciso.

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Pero pese a estos puntos negativos, la gran ventaja que ofrecen es su ligereza y tamaño compacto, si un 500mm solía medir medio metro en su versión refractora, el catadióptrico apenas serán unos 15cm, así que es más fácil evitar las fotos movidas, conservando el punto de equilibrio del peso de cámara/objetivo.

Además es la mejor manera de tener un 500mm por poco más de 100€, un 800mm por unos 200€ o un 1000mm por apenas 300€. Samyang es una de las marcas que siguen fabricando catadióptricos de gama alta a esos precios low cost, y de verdad merece la pena arriesgarse a probarlos.

En resumen:

PROS

  • Mucho menor precio
  • Compactos y ligeros
  • Grandes distancias focales

 

CONTRAS

  • Desenfoque feo
  • Algo menos de acutancia
  • Un solo diafragma de trabajo
  • Enfoque manual –para el que lo considere una desventaja-

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