La composición I


¿Te has preguntado alguna vez por qué esa foto de aquel paisaje que hiciste te gusta tanto? ¿Por qué te parece tan buena esa foto que hiciste por la calle si tampoco tenía mucha miga?

Bueno, es hora de que empecemos a hablar de determinadas cuestiones formales que constituyen las bases de que una fotografía sea ‘técnicamente correcta’ y ‘bien encuadrada’: la composición.

Antes de comenzar, has de saber que estas normas de composición no están grabadas en piedra, de hecho, son innatas y naturales para nosotros como seres humanos, y en realidad se ha teorizado sobre ellas en múltiples ocasiones, aunque llevamos usándolas sin necesidad de enseñarlas durante miles de años.

1 – Regla de los tercios

En primer lugar, vamos a dividir nuestro visor en tres tercios iguales, tanto de manera horizontal como vertical, quedará una matriz como la de la imagen inferior, y de hecho es probable que la hayas visto esta retícula anteriormente en tu propia cámara, en el móvil, etc.

tercios

Sobre este patrón girarán muchas de normas de composición, ya que todo lo que coloquemos siguiendo la dirección de esas líneas, será percibido por nosotros de manera más agradable y natural. Puede ser de la manera más sencilla, por ejemplo, una farola a un lado y una persona a otro, ya estarán siguiendo las líneas verticales:

verticales

Y un paisaje, quedará más vistoso si ajustamos el horizonte a uno de sus tercios –generalmente al inferior- en lugar de centrar el horizonte a la mitad, y esté hará ver uno de los tercios horizontales:

horizontales

Recuerda que no tienes que usar todos los tercios, ni siquiera de a pares, los dos horizontales o los dos verticales, sino que son referencias aproximadas sobre las que colocar elementos en la imagen, y que es probable que hayas usado sin saberlo en cientos de imágenes.

2 – Puntos de confluencia

En toda imagen hay un elemento relevante, y quizás en el pasado hayas tendido a colocarlo en el centro ¿No?

Piensa en las anteriores líneas de los tercios, y en los puntos en los que se cruzan. Te quedarán cuatro puntos parecidos a estos:

puntos

Llamamos a esos puntos, los puntos de confluencia, y son los espacios donde nuestra mirada centra su atención de manera natural, con lo que un elemento posicionado en cualquiera de ellos, o varios a la vez, serán realzados.

Si te fijas en algunas de tus fotografías favoritas, verás que en uno de esos puntos de confluencia encontrarás el elemento de peso, que puede ser el ojo de una modelo, un animal concreto, una flor… Y un infinito etcétera.

3 – Líneas

Un buen elemento compositivo clásico son las líneas en las imágenes, aportan ritmo cuando se repiten en la misma dirección, estabilidad cuando siguen la misma dirección de nuestro formato –fotos verticales, líneas verticales, y fotos apaisadas, líneas horizontales- y en ocasiones gran dinamismo si las líneas son diagonales.

ejemplo lineas

4 – Formas

En ocasiones, determinados perfiles de los elementos de la imagen, como la línea de los edificios sobre el cielo o la forma caprichosa de un árbol, crean figuras geométricas que podríamos dibujar encima de nuestras fotografías.

No es casualidad, ya que nuestro cerebro busca de ciertos equilibrios visuales a la hora de mirar, y crea estas figuras inconscientemente. Si nos adelantamos a ello, y buscamos una composición que cree esas geometrías, estaremos construyendo una imagen mucho más estable y agradable.

La que posiblemente más usemos sin darnos cuenta es el triángulo, y el triángulo invertido, figuras muy potentes porque concentran la atención en la punta dominante, ya sea arriba o abajo.

triangulos

A continuación te mostramos algunos ejemplos de lo que hemos comentado anteriormente para que te fijes en esas composiciones. Es posible que dentro de una imagen veas varios de estos recursos ya que unos se van alimentando de otros.

Fíjate por ejemplo, cómo esta imagen está dividida en tres tercios, dejando a los lados las zonas oscuras de la imagen, y en el centro la zona clara. Esto hace que ésta última cobre mayor importancia. Desde la ropa tendida hasta los niños jugando, podríamos también dibujar un triángulo invertido.

ejemplo verticales

En la siguiente imagen verás un paisaje urbano, y algo muy típico en fotos de ciudades, que inconscientemente dividamos la imagen en tres partes: cielo, edificios y suelo. Fíjate además como las líneas del suelo, que van hacia el punto de fuga –del que aún no hemos hablado- llevan nuestra mirada hacia el chico de la cazadora roja.

Por último, mira donde se encuentra posicionado el sol y la escultura sobre el arco… Efectivamente, en uno de los puntos de confluencia.

ejemplo horizontales

Siguiendo con los puntos –o más correctamente llamados ‘zonas de confluencia’, ya que abarcan más espacio que un simple punto- en la imagen inferior puedes ver como la papelera está centrada en base a los tercios, y el cuervo en la confluencia de los mismos.

Repasa tu propio archivo personal para ver cuántas veces sin darte cuenta has situado elementos en estas zonas y te sorprenderás.

ejemplo puntos

Por último, observa la imagen de abajo. Verás que el hombre apoyado en la bici está creando un triángulo con su sombra en la pared, y la punta del mismo es su cabeza. Esto concentra nuestra atención en el gesto que tiene.

Estas composiciones son muy efectivas en fotografías como esta de aspecto 1:1, y a veces las formas no son tan obvias, y decimos que están ocultas.

ejemplo triangulo

Si te han gustado estas pequeñas directrices sobre la composición, estate atento porque en breve vendrá la segunda parte, ¡Aún queda mucho que decir sobre composición!

 


2 respuestas a “La composición I

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